Tipos de electricidad

La electricidad puede clasificarse en diferentes tipos según la forma en que se conduce y se comporta. 

1. Electricidad básica

La materia, que es todo lo que nos rodea, está compuesta de pequeñas unidades llamadas átomos. Los átomos son tan diminutos que no podemos verlos a simple vista, pero son los "ladrillos" que forman todo lo que existe, desde una silla hasta el aire que respiramos. 

La electricidad se origina a partir del movimiento de electrones entre átomos. Cada átomo está compuesto por tres partículas fundamentales: protones, que tienen carga positiva; neutrones, que no tienen carga; y electrones, que poseen carga negativa. Los protones y los neutrones forman el núcleo del átomo, mientras que los electrones orbitan alrededor de este núcleo. 

La electricidad se genera cuando los electrones se desplazan de un átomo a otro. Este movimiento de electrones, conocido como corriente eléctrica, es lo que alimenta todos los dispositivos y sistemas eléctricos que utilizamos.

2. Electricidad estática

La electricidad estática ocurre cuando hay un desequilibrio de cargas eléctricas en la superficie de un objeto. En condiciones normales, un objeto tiene un número equilibrado de protones y electrones, lo que lo hace eléctricamente neutro. Sin embargo, cuando frotas un objeto, como un globo, contra otro material, los electrones pueden transferirse de un material al otro. Este proceso crea un desequilibrio de cargas: un objeto acumula más electrones (carga negativa), mientras que el otro queda con menos (carga positiva).

Este desequilibrio de cargas no produce un flujo continuo de electricidad como la corriente eléctrica. En cambio, las cargas acumuladas permanecen en la superficie del objeto hasta que encuentran un camino para descargarse, lo que puede ocurrir de forma repentina, como en una chispa cuando tocas algo metálico después de acumular electricidad estática.

3. Electricidad dinámica

La electricidad dinámica se refiere al flujo continuo de electrones a través de un conductor. Este tipo de electricidad es lo que comúnmente utilizamos en nuestros hogares y dispositivos electrónicos. 

La electricidad dinámica se divide en dos tipos:

• Corriente continua (CC): los electrones fluyen en una sola dirección, desde el polo negativo al positivo. Este tipo de corriente es común en baterías y dispositivos electrónicos portátiles. Por ejemplo, cuando se usa una linterna, la corriente eléctrica fluye desde la batería, pasando por la bombilla, y de vuelta a la batería, creando un circuito cerrado.
• Corriente alterna (CA): los electrones no fluyen en una sola dirección, sino que cambian periódicamente. La corriente alterna es más eficiente para transmitir electricidad a largas distancias, por eso es la forma más común de electricidad utilizada en hogares e industrias.

La electricidad puede generarse a partir de diversas fuentes, cada una con características y aplicaciones específicas. Se dividen principalmente en dos categorías: renovables y no renovables. 

1. Electricidad de fuentes renovables

Las principales fuentes de electricidad renovable y sus métodos de generación son:

• Energía hidráulica: es una de las formas más antiguas de generación de electricidad. Se basa en el movimiento del agua en ríos o corrientes, utilizando turbinas. 

• Energía eólica: aprovecha la fuerza del viento para generar electricidad mediante aerogeneradores. Los parques eólicos pueden estar en tierra (onshore) o en el mar (offshore).

• Energía solar: generada a partir de la radiación solar, se utiliza principalmente de dos maneras:
  • Paneles solares fotovoltaicos: convierten directamente la luz solar en electricidad.
  • Plantas solares térmicas: utilizan espejos o lentes para concentrar la luz solar y generar electricidad mediante vapor.

• Energía geotérmica: obtiene electricidad del calor almacenado bajo la superficie de la Tierra. Se utiliza vapor de reservorios subterráneos para mover turbinas y generar electricidad.
• Energía mareomotriz: se obtiene energía eléctrica, aprovechando diferentes fenómenos del mar:
  • Maremotérmica: la diferencia de temperaturas entre el agua superficial y la profunda, produce energía térmica de la que se obtiene electricidad.
  • Eólica marina: emplea la fuerza del viento captado en parques eólicos instalados en el mar. 
  • Mareomotriz: genera electricidad con el movimiento de subida y bajada de las mareas. 
  • Undimotriz: se basa en el movimiento de las olas para la generación de energía eléctrica.
  • Energía de las corrientes: aprovecha la energía cinética de las corrientes marinas para producir electricidad. 

• Biomasa: Aprovecha la materia orgánica proveniente de plantas y animales para generar electricidad y calor. Esta fuente de energía incluye residuos agrícolas, madera y restos de la industria forestal. Se considera una fuente de energía renovable porque su origen es biológico y puede ser reabastecida a través del cultivo y la reforestación.

2. Electricidad de fuentes no renovables

Las fuentes no renovables siguen siendo una parte significativa del mix energético global. Han sido esenciales en el desarrollo industrial y continúan desempeñando un papel importante en la producción de electricidad.

• Gas natural: versátil y eficiente, utilizado ampliamente en generación eléctrica y otros sectores como calefacción e industria. Las plantas de gas natural son adaptables a las fluctuaciones en la demanda energética.
• Carbón: durante muchos años ha sido una piedra angular de la generación de electricidad. Su abundancia y la capacidad para generar grandes cantidades de energía han sido fundamentales para abastecer a poblaciones en expansión.
• Petróleo: aunque se utiliza principalmente en el transporte, también contribuye a la generación de electricidad, proporcionando flexibilidad y capacidad para ajustarse a la demanda.
• Energía nuclear: es una fuente de electricidad que proporciona grandes cantidades de energía de manera continua y eficiente.

Nuestra capacidad total instalada en energías renovables ha superado los 5.000 MW (megavatios), con proyectos que incluyen desde la generación hidroeléctrica y eólica, hasta iniciativas solares en España y Chile.

Avanzamos en la generación eléctrica: más de 5.000 MW en renovables

Nuestra infraestructura incluye una amplia gama de activos en energía renovable. En España, operamos 12 centrales hidroeléctricas y un parque eólico, y estamos en proceso de desarrollar proyectos adicionales. Estos incluyen 2 nuevos parques eólicos, Delta 2 y PI, así como 3 proyectos fotovoltaicos: Valdesolar, Kappa y Sigma. Internacionalmente, nuestra presencia se expande con importantes proyectos eólicos y solares en Chile. Nuestro objetivo es alcanzar una capacidad instalada de 6 GW (gigavatios) para 2025 y 20 GW para 2030.

Comenzamos a producir energía renovable en Andalucía

Uno de los hitos es el proyecto Sigma, nuestro primer gran emprendimiento en Andalucía. Situado en Jerez de la Frontera (Cádiz), Sigma cuenta con 5 plantas fotovoltaicas que suman una capacidad instalada de 204 MW (megavatios). Esta iniciativa ha requerido una inversión cercana a 150 millones de euros y ha creado más de 500 empleos locales. Sigma está diseñado para suministrar energía a aproximadamente 43.000 hogares y contribuir a la reducción de 191.000 toneladas de CO₂ al año, lo que equivale a las emisiones anuales de aproximadamente 83.000 coches.