¿Qué es el I+D en una empresa?

Nueva tecnología en la empresa

Innovar y desarrollar nuevos productos, servicios, tecnologías o procesos es en la actualidad un aspecto fundamental de la actividad de las empresas, que las ayuda a mantenerse competitivas y relevantes en el mercado. Es lo que conocemos como Investigación y Desarrollo (I+D), que se refiere a todos los esfuerzos realizados por la empresa para aumentar su conocimiento en una materia y aplicarlos de forma práctica en la generación de nuevas innovaciones.

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¿Qué es I+D en la empresa?

La I+D en una empresa hace referencia a todas las actividades orientadas a la innovación, y se entiende mejor si se analizan los dos procesos que implica: 

  • Investigación. Tiene como objetivo entender mejor los fenómenos existentes. Puede realizarse con el único fin de aumentar los conocimientos o de aplicar también el resultado de esa investigación a resolver problemas concretos.
  • Desarrollo. Es la aplicación práctica de los datos y conocimientos obtenidos en la investigación para crear nuevos productos, mejorar los existentes o desarrollar nuevas tecnologías o procesos. Esta fase incluye el diseño, la creación de prototipos y la realización de pruebas.

La importancia del I+D en una organización

La I+D tiene una importancia estratégica en las empresas por los beneficios que aporta, que no se limitan a la creación de nuevos productos, sino que abarcan diferentes objetivos y ventajas: 

 

  1. Aumenta la competitividad. La búsqueda de la innovación es esencial en el mercado actual para garantizar la competitividad de la empresa. La I+D permite a las empresas desarrollar productos y servicios que se distinguen de los de la competencia, ofreciendo características únicas que atraen a los consumidores.
  2. Mejora la eficiencia. La productividad aumenta y los costes se reducen cuando la I+D mejora los procesos que se aplican en la empresa, o genera otros nuevos más óptimos.
  3. Crea nuevas oportunidades de negocio. Cuando la I+D permite crear nuevos productos, servicios o tecnologías que no existían en el mercado, o transformar de forma profunda los ya existentes, pueden dar lugar a nuevos segmentos de mercado con necesidades emergentes. 
  4. Permite adaptarse a los cambios tecnológicos. El ritmo del cambio tecnológico es vertiginoso. Las empresas que invierten en I+D están mejor posicionadas para adaptarse a estas transformaciones, adoptando nuevas tecnologías y metodologías que pueden optimizar sus operaciones y productos.
  5. Crea valor de marca. Las empresas que innovan son percibidas de una manera más positiva por los consumidores y tienen más probabilidades de fidelizar a sus clientes.
  6. Atrae y fideliza el talento. Los profesionales con mayor cualificación se sienten más atraídos por las empresas implicadas con la I+D y tienen más oportunidades de participar en proyectos motivadores, lo que se traduce en mayores oportunidades de permanecer en la empresa.
  7. Potencia las prácticas sostenibles. Una aplicación de la I+D en la empresa es el desarrollo de tecnologías o materias primas que generen prácticas más responsables con el medioambiente.

Tipos de investigación y desarrollo

En función de los objetivos que persiga la compañía y de la naturaleza de los proyectos que se realizan, podemos hablar de varias categorías de I+D en el ámbito de la empresa: 

  • I+D básica. Cuando el objetivo de la investigación y desarrollo es adquirir nuevos conocimientos, pero no se espera aplicarlos de forma inmediata, hablamos de I+D básica. Aunque el resultado de la investigación no se lleve a la práctica en el corto plazo, sirve para ampliar la comprensión de fenómenos y principios y es la base de futuros desarrollos e innovaciones.
  • I+D aplicada. En muchas ocasiones el objetivo de la I+D es resolver problemas concretos que se han detectado en la propia empresa. Es lo que conocemos como I+D aplicada, que parte de la base obtenida en la I+D básica y se enfoca en el desarrollo o mejora de productos, procesos empresariales o tecnologías que pueden utilizarse en el seno de la empresa; es decir, en alcanzar los objetivos empresariales.
  • Desarrollo experimental. De forma opuesta a la I+D básica, que se realiza para la obtención de conocimientos sin una pretensión de aplicación inmediata, el desarrollo experimental emplea los conocimientos y técnicas existentes para producir nuevos materiales, productos, tecnologías o procesos, o para mejorar los ya existentes, mediante el diseño de prototipos y la realización de pruebas.
  • I+D incremental. Tiene como objetivo lograr mejoras graduales a productos, servicios o procesos ya existentes para mantener la competitividad y responder a las necesidades del mercado, pero sin requerir de innovaciones disruptivas. Estas mejoras pueden incluir aumentar la eficiencia, reducir el coste de producción, incrementar la calidad o añadir nuevas funcionalidades, entre otras.
  • I+D disruptiva. En ocasiones la I+D persigue alcanzar innovaciones radicales que cambien significativamente el mercado o la industria: se desarrollan productos, tecnologías o servicios que antes no existían o que suponen un avance significativo sobre los actuales.
  • I+D colaborativa. Cuando la I+D implica asociaciones entre empresas, instituciones académicas, centros de investigación y otras entidades, hablamos de I+D colaborativa. Este enfoque puede acelerar el proceso de innovación porque permite compartir recursos y conocimientos.

Innovación y desarrollo en Repsol

El Repsol Technology Lab es el mejor ejemplo del compromiso de la compañía con la investigación y desarrollo: es uno de los modelos privados más vanguardistas de I+D de España, basado en la innovación abierta y el trabajo en red en alianzas con centros tecnológicos, empresas y universidades de todo el mundo. En Repsol Technology Lab utilizamos la innovación fruto de esa investigación en mejorar procesos, resolver problemas y crear productos cada vez más eficientes y sostenibles, diseñados para favorecer la transición a un nuevo modelo energético.

Entre las innovaciones que desarrolla Repsol a través de su I+D se encuentran el Proyecto H24All, un consorcio integrado por un total de quince entidades que tiene como objetivo desarrollar la primera planta de electrolizadores alcalinos de 100 megavatios (MW) de Europa, que forma parte de la hoja de ruta hacia una nueva industria del hidrógeno más competitiva; y el proyecto o la Unidad Mixta de Investigación Repsol-ITMATI, que mediante un acuerdo con el Instituto Tecnológico de Matemática Industrial pretende desarrollar métodos matemáticos y computacionales para dar solución a problemas de optimización y simulación complejos.

Además de nuestros propios proyectos de I+D, hemos impulsado el Repsol Corporate Venturing, un proyecto con el que invertimos en startups con soluciones tecnológicas orientadas a la transición energéticaa través de nuestro fondo de inversión, el Repsol Deep Tech.