Movilidad sostenible

Mitos y realidades del coche eléctrico en España

Hoy, el coche eléctrico ya se puede usar para hacer viajes largos por España. Según los expertos, las baterías tienen más autonomía y cada vez hay más puntos de recarga para abastecer al parque actual de vehículos, aunque todavía predominan los puntos de recarga lenta.

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Con más de 34.000 puntos de recarga instalados, el sector considera que la red actual está capacitada para atender a los vehículos eléctricos que circulan por España

La autonomía de las baterías, los tiempos de recarga y la existencia de puntos de suministro son algunas de las dudas que suelen surgir a los consumidores cuando se plantean la compra de un coche eléctrico. Sin embargo, el sector del automóvil considera que estas dudas se basan muchas veces en “falsas creencias”, que no reflejan la situación actual del vehículo eléctrico en España. “Llevamos tiempo con mensajes negativos de esperas, de funcionamiento, de autonomía, de puntos de recarga (...), pero hoy en día estas reflexiones no reflejan la realidad”, explica Javier Izquierdo, director técnico de la patronal del vehículo eléctrico en España y Portugal, AEDIVE.

Según los expertos, la movilidad eléctrica está garantizada en nuestro país, con coches equipados con baterías que cada vez tienen más kilómetros de autonomía y una red de puntos de recarga adecuada para el número de vehículos existentes. Para los próximos años, el reto será acelerar los trámites burocráticos necesarios para poner en servicio nuevos puntos de recarga, así como aumentar el número de puntos rápidos y ultrarrápidos, en los que el tiempo de recarga oscila entre cinco y treinta minutos.

Autonomía de vehículos

Aunque la autonomía de los vehículos es mencionada en los informes que analizan la electrificación del transporte, los expertos insisten en que se trata de un elemento psicológico y destacan el aumento exponencial del rendimiento de las baterías. En pocos años hemos pasado de los apenas 150 o 160 kilómetros de autonomía homologada de las primeras generaciones hasta los más de 500 kilómetros actuales. Actualmente una decena de coches de alta gama se publicitan con autonomías de entre 600 y más de 700 kilómetros. “Hay bastante desinformación, el consumidor tiene que saber que la autonomía de los vehículos eléctricos ha aumentado sustancialmente y ya se puede viajar sin problemas de batería”, explica Christian Costaganna, consejero director general de Nissan en España.

Red de recarga

Pese a la creencia popular extendida, tanto AEDIVE como ANFAC, la patronal de fabricantes, consideran que la red de puntos de recarga está capacitada para atender a los vehículos que actualmente circulan por España. “En cuanto a puntos de recarga estamos muy bien para el volumen de coches que hay. Tenemos más de 34.000 puntos, con un uso medio de solo el 6,3 por ciento, un dato que avala que hay suficiente infraestructura”, explica Javier Izquierdo. “La carga principal es en casa y en los desplazamientos fuera de la rutina las esperas son un mito. Es cierto que hay momentos puntuales en los que hay colas en puntos estratégicos, pero hay opciones suficientes. El usuario tiene que ser consciente también de que, en cierta medida, el coche eléctrico es como el móvil, cuando está parado es el momento propicio para cargarlo”.

Tiempos de recarga

Otro factor a tener en cuenta es el tiempo que se tarda en recargar un coche eléctrico. Aunque la infraestructura de recarga existente en España es cada vez más amplia, la distribución de puntos de recarga rápida (80% de la batería en 30 minutos con cargadores de 22 kW-50 kW) y ultrarrápida (5-10 minutos con potencias de 150 kW o más) es todavía mejorable. Según AEDIVE, en junio había 8.231 puntos de recarga rápida (24,1% del total) y 3.372 de ultrarrápida (9,8%), aunque en los dos casos se había producido un fuerte aumento en la primera mitad del año, con más 1.600 nuevos puntos instalados.

Anfac considera que para cumplir con las necesidades de los usuarios, el 51% de los puntos debería ofrecer potencias superiores a 22 kW para 2024. Actualmente, el 65% de los puntos son de baja potencia , lo que implica tiempos de recarga mínimos de tres horas. Esta situación subraya la necesidad de un mayor despliegue de puntos de alta capacidad para reducir los tiempos de recarga y facilitar la operatividad de vehículos de mercancías y pasajeros.

Instalación de nuevos puntos

Expertos y profesionales del sector coinciden en que la burocracia para la instalación y puesta en marcha de los puntos de recarga es un vector determinante en desarrollo del vehículo eléctrico. “Hay que dar más agilidad a la burocracia en la puesta en marcha de puntos de recarga, y facilitar su funcionamiento”, opina Félix García, director de comunicación de ANFAC, para añadir que al cierre del segundo trimestre había 9.145 puntos instalados, pero inoperativos en espera de autorización. “Es necesario agilizar y reducir la burocracia. No es normal que se tarde más de 18 meses en otorgar la aprobación para que un punto de recarga instalado se pueda conectar a la red eléctrica o se ponga en funcionamiento”. En este sentido, la patronal de fabricantes ha pedido al Gobierno que ponga en marcha un centro estatal que supervise, gestione y controle el desarrollo de la infraestructura y ayude a combatir esa percepción ciudadana de falta de previsión o improvisación.

Una de las asignaturas pendientes es agilizar y reducir los trámites para activar los nuevos puntos de recarga instalados, con plazos medios de espera de 15 meses

En el mismo sentido se expresa Carlos Bermúdez, responsable de desarrollo de negocio de la movilidad eléctrica en Repsol, que destaca la importancia de la infraestructura de recarga de acceso público, especialmente en un país como España, donde aproximadamente el 70% de los vehículos “duermen” en la calle y no tienen acceso a un punto de recarga en casa. “Es fundamental que se minimicen y flexibilicen todas las barreras que actualmente tenemos los operadores a la hora de activar los puntos de recarga que estamos instalando”.

Para ilustrarlo, Bermúdez explica su propia experiencia en Repsol. “Se están haciendo muchas cosas bien, pero todavía queda mucho por hacer. Nosotros actualmente tenemos más de 2.400 puntos de recarga de acceso público instalados, de los cuales solo unos 1.800 están activos. Actualmente, activar un punto de recarga en España nos está llevando, de media, unos 15 meses, mientras que la ejecución de la obra nos lleva únicamente entre tres y cuatro semanas”. Esto tiene graves consecuencias tanto para los operadores (entre otras cosas, se retrasa la recuperación de una inversión que necesita ser cubierta durante mucho tiempo en un mercado que, además, demanda cada vez más instalaciones y de mayor potencia) como para los usuarios de vehículo eléctrico, que no pueden hacer uso de dicha infraestructura durante todo ese periodo.